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domingo, 6 de septiembre de 2015

Alejandra Molina, el rostro de las noticias mañanerasAlejandra Molina, el rostro de las noticias mañaneras


La periodista Alejandra Molina no teme recurrir a la frase cliché “es un sueño hecho realidad” cuando expresa cómo se siente frente a las cámaras del Noticiero de Telemundo 51, primera edición.
Para la comunicadora cubana de 31 años, que comenzó en el canal en julio, tras darse a conocer en América Tevé, la llegada a su nueva casa no solo representa un ascenso en su trayectoria en los medios, sino la culminación de una etapa para la que se ha estado preparando a lo largo de su vida profesional.
“Formar parte del equipo de noticias de Telemundo 51 es un sueño hecho realidad. Parece un cliché, pero no lo es. Siento que durante muchos años me he preparado para este momento y, más aun.
 que es una de esas oportunidades que ocurren pocas veces en la vida”, dijo Molina a el Nuevo Herald desde la casa de West Kendall que comparte con su esposo.
 su “novio de secundaria”, el empresario Lemay Sánchez, y sus hijos, Brandon, de cuatro años, y Liam, de uno.
La presentadora nació en Madruga, un pueblo cercano a La Habana. Llegó a Estados Unidos acompañada de sus padres, en 1996.

Un giro de 180 grados

Al referirse al desafío que conlleva presentar noticias desde las 5 hasta las 7 a.m., Molina reconoció que la teleaudiencia juvenil es difícil de atrapar porque prefiere ver programas en inglés.
“Quizás ellos desconocen que contamos con los mismos recursos para presentarles noticias de último minuto y en el instante en que ocurren”.
 comentó Molina, quien reconoce que su vida ha dado “un giro de 180 grados” desde que dejó de presentar el noticiero de América Tevé.
“Ahora madrugo a las 2 a.m. para llegar al canal una hora después. Si levantarse es difícil, más aun es irse a la cama temprano.
 Por fortuna, cuento con el apoyo de mi esposo para seguir trabajando en televisión, que es lo que me gusta, sin importarme el horario.
 Mis padres y mi suegra también nos ayudan mucho”, dijo.
Mientras se dirige hacia los estudios en el auto Molina escucha música “para estar alerta”. Pero una vez que llega se convierte en otra persona, mientras comienza la cuenta regresiva de salir al aire.
“Tanto mi colega David Rodríguez como yo disfrutamos cada minuto de las dos horas que permanecemos en vivo”.
 aseveró la periodista, que en cuanto concluye la emisión, sigue a todo tren.
Como “las noticias no se acaban” Molina aparece en los breves informativos de cada hora y en la tarde. Sin contar que durante la jornada graba el noticiero digital que aparece en la página web de Telemundo 51 y en las redes sociales, hace entrevistas y prepara reportajes y series especiales para varios espacios.

La actuación, una cuenta pendiente

Huelga añadir que a la comunicadora le fascinan “las cámaras. Pero si tuviera que buscar un “culpable” del embeleso se remitiría a las representaciones de Yerma y Bodas de sangre, las tragedias de Federico García Lorca, en que participó siendo adolescente.
“La actuación me apasiona. Todavía sueño con hacer algo relacionado con esa rama”, confesó la presentadora, tras afirmar que “el periodismo tiene mucho de eso”, aunque va más allá “porque en ocasiones me permite darles voz a quienes no la tienen y aportar algo a la comunidad que tanto me ha dado”.

Tocando puertas

Molina llegó a la televisión “tocando la puerta de América Tevé y sin conocer a nadie”.
“Estudiaba periodismo en FIU (Florida International University) y estaba ansiosa por trabajar en televisión. Y en vez de irme a estudiar fuera de la ciudad, de fiesta o de vacaciones me iba a los estudios.
 Hoy lo veo como una de las mejores decisiones de mi vida, pues durante los 12 años que presenté el noticiero aprendí muchísimo”, recordó Molina, cuya trayectoria ha sido reconocida con dos premios Emmy y uno de la Associated Press.

“Aquí no ocultamos la realidad”

La experiencia habla por ella. De ahí que siempre encuentre una explicación ante cualquier interrogante relacionada con los noticieros. 
Como el exceso de crónica roja o el poco espacio que se le concede a la vida cultural de Miami.
“Tratamos de reportar lo que ocurre en nuestro entorno. Aquí no ocultamos la realidad, como ocurre en algunos de nuestros países”, adujo. “En ciertos casos, ese tipo de noticia puede servir de alerta. Sin embargo.
en las mañanas de Telemundo 51 queremos ir más allá haciendo énfasis en temas más relevantes y útiles para nuestros televidentes”.
En cuanto a la escasez de segmentos culturales, la presentadora piensa que “cada día tratamos de informar sobre eventos en nuestros noticieros y programas de entretenimiento locales”.

Reportar desde Cuba

La periodista no para de soñar. Quiere seguir ganándose la confianza del público “que me ha recibido siempre con los brazos abiertos” y dejar huella en la televisión local de “Miami, mi ciudad”. 
Sin embargo, su gran ilusión es reportar desde Cuba.
“Me gustaría hacerlo libremente”, aclaró. “Entrevistar al cubano de a pie y darle la oportunidad de hablar con libertad ante un medio de comunicación. 
A veces imagino cómo sería decir: ‘reportando en vivo desde La Habana, Alejandra Molina’ ”




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